lunes, 14 de junio de 2010

MI COMENTARIO








El cementerio de la avenida Máximo Gómez se fundó en el año 1943 y es administrado por el Ayuntamiento del Distrito.

Actualmente es uno de los camposantos más poblados pero a la vez uno de los más abandonados.

No hay seguridad y la basura esta por todos lados.

Los desperdicios se acumulan por todas las esquinas mientras la maleza a todas luces da evidencia del tiempo trascurrido desde su último barrido.
Hay bóvedas completamente abandonadas y se han convertido en una guarida para delincuentes e inescrupulosos que aprovechan la soledad del lugar para asaltar a los dolientes.
Aquí no hay ningún tipo de seguridad a no ser que pagues por ella, es decir si llegas con la intención de visitar un nicho que no este a la vista necesitaras pagarle a uno de los hombres que han encontrado en las deficiencias del camposanto su sustento.
El precio a pagar varia, ya que esa misma persona se ofrece para limpiar, lo que implica una inversión de entre mil y mil 200 pesos.

Los delincuentes se roban las flores para venderlas en el mismo cementerio, también las fotos y los floreros, violan candados y rompen verjas solo para sustraer objetos de su interior.


Para realizar un entierro en el nicho familiar hay que pagar entre mil 300 y mil 500 pesos.

Y por la compra o alquiler de terrenos para construir sepulcros los impuestos van desde 2,856 hasta los 3,521.

Recursos que evidentemente no son invertidos en el camposanto.

Un domingo a las tres de la tarde el Cementerio de Cristo Rey luce desolado, las pocas personas que lo visitan tienen temor por lo que no tienen otra opción que pagar por seguridad.

Que pena que este lugar haya sido abandonado, que pena que las autoridades reciban tantos recursos por ese concepto y no inviertan ni una mínima parte.

Pero mas pena me da que en este país no hay un lugar seguro para llorar, visitar y recordar a sus muertos!

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